Crece distorsión laboral entre monotributistas y empleados en relación de dependencia
A igual ingreso
bruto, el asalariado tiene mayores descuentos. Esas diferencias podrían alentar
a las empresas a contratar más trabajadores independientes
Los últimos cambios en el Monotributo reforzaron una distorsión en el mercado laboral. Es por la mayor brecha impositiva y previsional y en una serie de beneficios laborales entre los monotributistas y los trabajadores en relación de dependencia.
Esas diferencias podrían alentar a la empresas a una mayor contratación de trabajadores dependientes bajo la modalidad del Monotributo, una práctica no permitida por la legislación laboral pero que se viene extendiendo.
Por ejemplo: actualmente, un empleado en relación de dependencia sin cargas de familia con un sueldo bruto de $20.000 sufre descuentos (jubilación, obra social, y ganancias) por $5.025, un 25% de su sueldo bruto, y recibe en mano $14.975. Si ese trabajador pasa a facturar a su empleador como monotributista por el mismo monto, sólo tendrá que pagar $807 como monotributista, incluyendo el aporte jubilatorio y a la obra social. Cobraría en mano 19.193 pesos. La diferencia sería de $4.218 por mes.
A su vez, con la contratación como monotributista, las empresas se "ahorran" el pago del aguinaldo y el plus vacacional y las contribuciones patronales.
La contracara de esta situación es que el Estado y el Sistema de la Seguridad Social, incluidas las obras sociales, reciben menos ingresos por los monotributistas que con relación a los empleados dependientes.
Esta brecha entre ambas modalidades de contratación siempre existió, pero se hizo más marcada con la reciente duplicación de los topes de facturación que estableció el Gobierno, pero sin modificar el valor de la cuota mensual que pagan los inscriptos en el régimen.
También es diferente la cobertura de las obras sociales porque muchas cobran adicionales por la atención a los monotributistas y los empleados dependientes de sueldos más altos pueden derivar el aporte a una empresa de medicina privada.
Pero el mayor peligro para las empresas se produce al finalizar el vinculo, porque para la Justicia el monotributista que trabaja en forma normal y habitual para un empleador es presunción o casi certeza de "empleo encubierto".
No obstante su "independencia formal", la Justicia equipara los derechos con los que le corresponde al empleado despedido, tales como el derecho a la indemnización por antigüedad. También la Justicia laboral puede determinar el pago de los aportes y contribuciones patronales no ingresados por el empleador.
FUENTE: iprofesional
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